
Uvas / Pasas: Contiene una toxina desconocida que daña a los riñones. Los síntomas empiezan con vómitos (que contienen uvas o pasas), somnolencia profunda, dolor abdominal y el perro deja de comer, beber u orinar. Sin un tratamiento, se produce fallo renal y el perro muere.
Alcohol: Puede causar intoxicación y cambios de conducta (agresividad /
nerviosismo) debido a sus efectos.
Huesos de pollo / espinas: Puede producirle obstrucción en el sistema
digestivo o clavarse en alguna parte.
Comida de gatos: Suelen tener un alto contenido en proteínas y grasa.
Chocolate: Ya que contiene teobromina (diurético y estimulante cardiaco), puede ser tóxico (porque no pueden metabolizarlo) y afectarle al corazón y al sistema nervioso, causando arritmias y la muerte súbita (sobre todo durante el ejercicio).
Un perro de 10kg puede estar seriamente afectado si ingiere tan sólo 250 gr de chocolate puro.
Café / Té: También son tóxicos y pueden afectar al corazón y al sistema
nervioso.
Grandes cantidades de hígado: Es tóxico a causa de la vitamina A y
afecta a los músculos y huesos.
Nueces de macadamia: Contiene un compuesto desconocido que provoca dificultades motoras, con temblores musculares, debilidad y parálisis de las patas de atrás.
Un perro puede intoxicarse si ingiere tan solo 6 nueces de macadamia sin cáscaras.
Setas: Puede producirles la muerte.
Cebolla / Ajo: Contiene tiosulfato que provoca daños severos en los
glóbulos rojos y esto puede causar anemia, problemas respiratorios e incluso la
muerte. Los primeros síntomas de intoxicación son gastroenteritis con vómitos y
diarrea. También presenta sangre en la orina y una respiración más costosa.
La intoxicación ocurre unos días después de que la mascota haya comido la cebolla, ya sea cruda, desecada o cocinada. Puede ocurrir tanto si el perro ha comido una gran cantidad de forma puntual (600-800 gr bastan en un perro de 10 kg) o si come pequeñas cantidades en sucesivas veces (150 gr varios días).
La intoxicación ocurre unos días después de que la mascota haya comido la cebolla, ya sea cruda, desecada o cocinada. Puede ocurrir tanto si el perro ha comido una gran cantidad de forma puntual (600-800 gr bastan en un perro de 10 kg) o si come pequeñas cantidades en sucesivas veces (150 gr varios días).
Xilitol: Es un edulcorante artificial que usan muchas marcas de chicles
sin azúcar y pastas de dientes. Es tóxico porque puede provocar hipoglucemia
repentina (bajada de azúcar en sangre). Los síntomas aparecen muy deprisa y
pueden ser de decaimiento, pérdida de coordinación y ataques.
Leche: Los perros no toleran la lactosa y pueden provocar vómitos, diarreas y problemas gastrointestinales.
Jamón / Carnes saladas: Contienen muchas grasas y sal, que puede
causarles trastornos estomacales y pancreatitis.
Aguacates: Además de tener un alto contenido en grasa, su pulpa es
tóxica y puede llegar a obstruirse el tracto intestinal, lo que produciría un
bloqueo solucionable sólo a través de una intervención quirúrgica.
Atún:
El atún destinado a humanos es peligroso porque puede causar problemas
cardiacos.
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